La exfoliación corporal se ha convertido en una parada obligatoria de las rutinas de belleza tanto de mujeres como de hombres durante los últimos años. ¿Pero en qué consiste exactamente? Pues en un producto diseñado para aplicarlo sobre la piel con el objetivo de eliminar las células muertas que se acumulan en la superficie de la piel, es decir, en nuestra epidermis. Gracias a ello, la piel puede respirar con normalidad, lo que contribuye a que esta se encuentre más bonita y más suave. La pregunta es: ¿cómo exfoliar la piel adecuadamente? Te ayudamos.
Cualquier momento del día es bueno para exfoliar la piel. Sin embargo, sí que existe una condición que resulta indispensable para llevar a cabo este procedimiento de cuidado estético: debemos tener la piel húmeda. Es por eso que, aunque, repetimos, puedes exfoliar tu piel en cualquier momento que tengas libre, el mejor instante del día para hacerlo es cuando te estás duchando. De esa manera no tendrás que andar humedeciéndote la piel en el lavabo del cuarto de baño. Ya estarás completamente mojada.
Una vez húmeda tendrás que tomar un poco de exfoliante y aplicarlo sobre la piel. Aquí es tan importante medir la cantidad como controlar la manera en la que la aplicamos. Puedes hacerlo con tus propias manos o mediante el uso de una manopla de ducha. Lo importante es que extiendas el exfoliante de cuerpo con movimientos muy suaves, como con un pequeño masaje y realizando pequeños círculos. Sigue este patrón de aplicación en todo el cuerpo: piernas, brazos, hombros, vientre, cadera, nalgas y rostro.
Aunque, eso sí, en el caso del rostro debes tener un poco de cuidado con los ojos. Es muy importante que durante los movimientos circulares de aplicación no te acerques demasiado al contorno de los ojos. Es una zona sensible que requiere un cuidado aparte. Por lo demás, puedes aplicar con total tranquilidad. En cuanto a la periodicidad adecuada del uso del exfoliante para el cuerpo, los expertos recomiendan entre dos y tres veces por semana para eliminar las células muertas acumuladas.
Como apuntábamos antes, el principal objetivo del exfoliante corporal es eliminar las células muertas de la piel con el objetivo de que esta respire con normalidad. Algo especialmente importante cuando utilizamos toda clase de cosmética que obstruye los poros de la misma. Sin embargo, utilizar un exfoliante corporal dos o tres veces a la semana tiene muchos otros beneficios para nuestra salud y para nuestra estética. En líneas generales, estamos ante una práctica muy completa que todos deberíamos seguir.
Por ejemplo, otro de los muchos beneficios de exfoliar la piel es que activa la circulación y el sistema linfático. Esto tiene como consecuencia un aumento del riego sanguíneo, lo que a su vez produce una mayor oxigenación de las partes del cuerpo masajeadas y exfoliadas. Que, en el caso de una exfoliación de cuerpo completo, es todo el cuerpo. Estos beneficios son perfectos para quienes desean retrasar o combatir los signos de envejecimiento. Más bienestar, más salud, más belleza. Todo está conectado.
Además, la exfoliación es una gran aliada contra los problemillas derivados de la depilación. En ese sentido, una buena rutina de exfoliación nos permite evitar la formación de vellos enquistados. También prepara nuestra piel para los productos de belleza posteriores que vayamos a emplear. Como ves, los beneficios de la exfoliación corporal son muy numerosos. ¿Estás buscando un buen exfoliante? En nuestra tienda online encontrarás el Gel Exfoliante Instantáneo Frutos Rojos de Herbalife.
